domingo, 20 de septiembre de 2009

no nos engañemos, el mundo no es como nos lo contaron


Estoy en un espacio reducido, y seguiré aquí

Mientras la impotencia no me permita controlar la rabia
Hasta que me de tiempo a deshacer el nudo de mi estómago
Hasta que consiga olvidar lo que estais haciendo conmigo


Y aquí continuaré, con la ventana cerrada,
sin saber nada de nadie,

con la única información del paso de los días...
por la luz que se escapa por las persianas..


Luz...Oscuridad...luz...0scuridad...luz...


Hasta que me mire al espejo y no me de asco.

1 comentario:

  1. Somos decepciones.
    Somos cicatrices.
    Somos sonrisas y llantos.
    Puñetazos y patadas. Que nos dan y que damos.
    Nunca en justa proporción.

    Somos dolor.
    Somos pena.
    Somos alegría.
    Somos caos y orden.
    Destruimos y creamos.
    No necesariamente en ese orden.

    Perfecta.
    Tal y como eres.
    Sin necesidad de que nadie te apruebe.
    No importa una mierda si los demás estamos de acuerdo o no.

    Los peores golpes son aquellos que nosotros mismos nos damos en la boca del estómago.
    Cada mañana. Cada tarde y cada noche.

    Algún día debiéramos ser capaces de perdonarnos.
    De dejar de odiarnos.
    Es hora de empezar a convivir con nosotros mismos.

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